El divorcio es un proceso complejo tanto a nivel emocional como legal. Poner fin a una relación de pareja que implica lazos familiares y económicos requiere atravesar una serie de trámites para que se lleve a cabo de forma correcta, garantizando los derechos e intereses de ambas partes y, en su caso, los hijos en común.
Conocer en profundidad los pasos y gestiones necesarias para divorciarse en España puede marcar una gran diferencia a la hora de proteger lo que le corresponde a cada uno tras la ruptura matrimonial. Demasiadas personas se enfrentan a este difícil proceso sin la información y asesoría adecuadas, lo que puede derivar en acuerdos injustos o desventajosos.
Índice
¿Qué es el divorcio de mutuo acuerdo?
El divorcio de mutuo acuerdo, también llamado amistoso o consensual, es el más sencillo y rápido. Requiere que ambos cónyuges estén de acuerdo tanto en divorciarse como en las medidas que regularán sus relaciones personales y económicas tras la ruptura matrimonial.
Los acuerdos sobre estas cuestiones se recogen en lo que se denomina convenio regulador. Una vez alcanzado este convenio, se pueden seguir dos vías para obtener el divorcio de mutuo acuerdo: ante notario o ante el juzgado. Veámoslas más en detalle:
Trámites para el divorcio consensual ante notario
Si la pareja no tiene hijos menores o incapacitados, se puede tramitar el divorcio directamente ante notario mediante escritura pública notarial. Los trámites del divorcio son los siguientes:
- En primer lugar, ambos cónyuges deben acudir con sus respectivos abogados de familia para elaborar y negociar un convenio regulador detallado. En este convenio se deben acordar todas las cuestiones relativas a la liquidación del régimen económico matrimonial, como por ejemplo la pensión compensatoria de un cónyuge al otro, el reparto de los bienes gananciales adquiridos durante el matrimonio, quién se quedará con el uso de la vivienda familiar, cómo se dividirán las cuentas bancarias mancomunadas, etc. Es fundamental contar con asesoramiento legal experto para garantizar que el convenio respeta los derechos e intereses de ambas partes.
- Una vez redactado el convenio, los cónyuges deben firmarlo y posteriormente ratificarlo ante notario. Esta ratificación se debe hacer mediante una comparecencia personal de ambos ante el notario en la que manifiestan su consentimiento al convenio regulador previamente firmado.
- Tras la ratificación del convenio, el notario procederá a extender en escritura pública la voluntad de los cónyuges de disolver el matrimonio por divorcio.
- Por último, el notario se encarga de remitir la escritura pública de divorcio al Registro Civil, donde se inscribe y se emite el acta de divorcio. Esta inscripción es la que formaliza legalmente que el matrimonio queda disuelto.
- En total, el procedimiento ante notario puede completarse en aproximadamente 1 o 2 meses desde que se inicia la redacción del convenio hasta que se produce la inscripción del divorcio. Es un proceso bastante ágil y sencillo si hay acuerdo total entre los cónyuges.
Trámites del divorcio consensual por vía judicial
Si la pareja que desea divorciarse de mutuo acuerdo tiene hijos menores o incapacitados, en este caso no pueden acudir a la vía notarial y está obligada a seguir el procedimiento judicial. Los trámites para el divorcio en este caso son los siguientes:
- Al igual que en la vía notarial, lo primero es que cada parte acuda con su abogado para negociar y redactar un convenio regulador detallado donde se recojan todos los acuerdos sobre las consecuencias de la ruptura matrimonial.
- Una vez elaborado el convenio, se presenta una demanda de divorcio de mutuo acuerdo ante el Juzgado de Primera Instancia correspondiente al último domicilio del matrimonio. A esta demanda se debe adjuntar el convenio regulador previamente acordado.
- El juez cita a los cónyuges a una comparecencia en la que deben ratificar el convenio y responder a las preguntas que el juez pueda hacerles para verificar que son conscientes del contenido del convenio y de las consecuencias del divorcio.
- Tras la ratificación judicial, el juez dictará directamente la sentencia de divorcio en la misma comparecencia, sin necesidad de un juicio. En la sentencia se aprobará el convenio regulador y se declarará disuelto el matrimonio.
- Al igual que en la vía notarial, la sentencia de divorcio deberá inscribirse en el Registro Civil para que el divorcio sea plenamente efectivo.
- Por la vía judicial, el procedimiento puede alargarse entre 2 y 3 meses desde la presentación de la demanda hasta la sentencia de divorcio.
En este procedimiento judicial, a diferencia del notarial, es obligatoria la intervención de procurador además de abogado para cada una de las partes. Por tanto, el coste económico es algo mayor.
Ventajas del divorcio amistoso
El divorcio de mutuo acuerdo presenta sustanciales ventajas respecto al contencioso:
- Es un procedimiento mucho más ágil y rápido, que puede completarse en un par de meses frente a los 6 meses o más de un litigio.
- Al evitar un enfrentamiento judicial, se minimiza el desgaste emocional y se preserva mejor la privacidad, se suele producir con mayor frecuencia en los casos de divorcio gris, por la madurez de ambas partes.
- El coste económico es muy inferior al no tener que sufragar abogados, procuradores y peritos de parte.
- Se fomenta una mejor relación futura entre los excónyuges, clave si hay hijos de por medio.
- Como las medidas son fruto del consenso, es más probable que ambas partes las cumplan voluntariamente.
- Se evitan los problemas de interpretación y ejecución que a veces surgen con sentencias impuestas.
Diálogo y negociación razonable
El divorcio de mutuo acuerdo debe intentarse siempre que sea posible, recurriendo al diálogo y la negociación razonable. Incluso en los casos más contenciosos, nunca es tarde para lograr un acuerdo que ponga fin al litigio.
Contar con apoyo psicológico y asesoramiento de abogados expertos en derecho de familia es fundamental para proteger los intereses de todas las partes implicadas, especialmente si hay hijos de por medio.
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¿Qué es el divorcio contencioso?
El divorcio contencioso se produce cuando no existe acuerdo entre los cónyuges sobre la voluntad de divorciarse o sobre las medidas que regularán sus relaciones tras el divorcio.
Uno de los cónyuges presenta una demanda de divorcio en contra de la voluntad del otro, que se opone a la misma. Al no haber acuerdo, esta modalidad de divorcio sigue un procedimiento judicial contencioso cuya duración y costes son sustancialmente mayores.
Inicio del procedimiento de divorcio contencioso
Se inicia cuando uno de los miembros de la pareja presenta una demanda de divorcio asistido de abogado y representado por procurador.
Junto con la demanda se pueden solicitar ya las primeras medidas provisionales mientras dura el procedimiento, como por ejemplo la guarda y custodia provisional de los hijos menores, una pensión de alimentos o la atribución del uso de la vivienda familiar.
La demanda de divorcio debe presentarse en el Juzgado de Primera Instancia del último domicilio conyugal. En la demanda no es necesario alegar ninguna causa o motivo para solicitar el divorcio. Basta con manifestar la voluntad de divorciarse.
Contestación a la demanda de divorcio
Una vez admitida a trámite la demanda de divorcio, se da traslado al otro cónyuge para que la conteste en el plazo de 20 días hábiles. En la contestación a la demanda el otro miembro de la pareja puede oponerse al divorcio y a las medidas solicitadas de contrario.
Al igual que en la demanda, en la contestación es preceptiva la intervención de abogado y procurador. Una vez presentada la contestación, el juez convocará a las partes a una vista preliminar.
Vista preliminar y prueba
En la vista preliminar cada parte expone sus alegaciones y peticiones. Es el momento procesal para intentar un acuerdo entre los litigantes que ponga fin al procedimiento contencioso.
Si no se logra acuerdo, el juez admitirá los medios de prueba que propongan las partes para acreditar los hechos controvertidos, como documentos, testigos, informes periciales, etc. Tras la práctica de la prueba se celebra el juicio.
Juicio y sentencia de divorcio
En el acto del juicio cada parte realiza sus alegaciones finales conforme a las pruebas practicadas. El juez dictará sentencia normalmente en los siguientes 20 días.
En la sentencia, el juez se pronunciará sobre si decreta o no el divorcio y determinará todas las medidas definitivas que regularán las relaciones personales y económicas entre los cónyuges tras el divorcio.
Entre otras cuestiones, la sentencia establecerá:
- Régimen de guarda y custodia de los hijos.
- Pensión de alimentos.
- Régimen de visitas.
- Atribución del uso de la vivienda familiar.
- Pensión compensatoria entre los cónyuges si procede.
- Liquidación del régimen económico matrimonial.
Una vez firme la sentencia de divorcio, se procederá a su inscripción en el Registro Civil.
Duración y costes
El procedimiento de divorcio contencioso tiene una duración aproximada de entre 6 meses y 1 año, dependiendo fundamentalmente de los medios de prueba que se deban practicar y de la carga de trabajo del juzgado.
Por otra parte, al tener que intervenir abogados, procuradores, peritos, etc. el coste económico es sustancialmente mayor que en un divorcio de mutuo acuerdo. Por ello, muchos expertos recomiendan intentar siempre un acuerdo amistoso antes de iniciar un costoso litigio.
Particularidades en divorcios con hijos menores
Cuando en el matrimonio que se divorcia hay hijos menores o incapacitados, se debe decidir judicialmente:
- Atribución de la guarda y custodia a uno de los progenitores o compartida.
- Régimen amplio de visitas para el progenitor no custodio.
- Pensión de alimentos y gastos extraordinarios para los hijos.
- Uso de la vivienda familiar en beneficio de los hijos.
El juez velará por el interés superior del menor y por mantener la relación con ambos progenitores. Podrá solicitar informes psicosociales que ayuden a determinar las medidas más beneficiosas para los hijos.