La custodia compartida puede ser denegada por el juez en aquellos casos donde se determine que la conducta o circunstancias de alguno de los progenitores puede afectar negativamente el bienestar y desarrollo del menor.
Especialmente si existe violencia familiar, trastornos mentales o adicciones, incapacidad para ejercer la parentalidad, gran distancia geográfica entre los padres o situaciones de riesgo en el entorno familiar extenso. El objetivo es proteger el interés superior del niño por encima de todo. Es recomendable contar con un abogado de familia experto para garantizar adecuadamente el bienestar del menor en estos procesos.

Índice
- ¿Cuáles son las situaciones en las que se puede negar la custodia compartida?
- Formas de demostrar que la custodia compartida no es la mejor opción
¿Cuáles son las situaciones en las que se puede negar la custodia compartida?
A continuación se presentan los factores que pueden dar lugar a la denegación de la custodia de menores compartida:
Desatención de los cuidados del menor
La falta de atención en los cuidados básicos como la alimentación, la higiene, la escolarización obligatoria y la atención médica pueden dar lugar a la denegación de la custodia compartida. Es fundamental que los padres brinden los cuidados necesarios para asegurar el bienestar físico y emocional del menor.
Falta de vivienda digna
Ambos progenitores deben tener una vivienda adecuada y segura donde pueda crecer el menor. Si uno de los padres no la tiene, se podrá retirar la custodia compartida. Es importante que el ambiente en el que el menor crezca sea seguro y adecuado para su bienestar.
Manipulación del menor
En algunos casos, uno de los progenitores puede intentar ejercer una manipulación sobre el menor en contra del otro. La manipulación emocional puede tener consecuencias graves en el bienestar psicológico del niño.
Edad del menor
En el caso de los niños muy pequeños, por ejemplo en periodos de lactancia, se denegará la custodia compartida, ya que se considera que deben estar con la madre. En este caso, se valorará la necesidad de garantizar la alimentación y cuidados del menor.
Inviabilidad de horario laboral
Si uno de los padres no puede atender al hijo debido a su horario laboral, se podría denegar la custodia compartida. Es importante que los padres tengan la capacidad y la disponibilidad para atender a las necesidades del menor.
Comportamiento violento de alguno de los progenitores
Se retirará la custodia compartida si uno de los padres causa daño físico o psicológico al menor. Este tipo de conductas pueden afectar negativamente la salud emocional y el bienestar del menor.
Problemas de adicción
Si alguno de los ex cónyuges sufre de adicciones que puedan afectar su capacidad como padre/madre y poner en riesgo la seguridad del menor, se le retirará la custodia compartida. Las adicciones pueden interferir en la capacidad del progenitor para ofrecer un ambiente seguro y saludable para el niño.
Cambio del lugar de residencia
Una mudanza a un lugar en donde el menor quede alejado de su entorno familiar, educativo y social, será uno de los factores clave para denegar la custodia compartida. La estabilidad emocional del niño es un factor importante a considerar en la decisión de otorgar o no la custodia compartida.

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Formas de demostrar que la custodia compartida no es la mejor opción
Para denegar la custodia compartida, es necesario que uno de los progenitores acredite que esta no es la mejor opción para su caso.
Se pueden aportar diferentes pruebas
- Mensajes y fotografías que aporten los progenitores, siempre y cuando estén cotejados.
- Informes médicos de especialistas.
- Un cuadrante horario de la empresa para demostrar la falta de disponibilidad laboral.
- Fotografías de Google Maps para mostrar la distancia entre los domicilios de ambos progenitores.
- Análisis clínicos o informes de detectives para demostrar la vida desordenada del otro progenitor.
- Certificados del pediatra o del colegio de los menores para demostrar quién se ha ocupado principalmente del cuidado de los hijos.
Es importante no abusar de este tipo de comunicación en el procedimiento y limitarse a aportar lo esencial para demostrar cuál ha sido la situación familiar que impide establecer la custodia compartida. Además, en los procedimientos de separación, divorcio o modificación de medidas donde se esté debatiendo la custodia compartida, es frecuente que se consulte a psicólogos especialistas mediante el llamado informe psicosocial.
Si los menores tienen doce años o más, o tienen madurez suficiente, se puede acordar su exploración para conocer cuáles son sus preferencias.