Los arrendamientos urbanos son un tipo de contrato por el cual el propietario de un inmueble urbano, ya sea una vivienda o un local comercial, lo alquila a otra persona para su uso mediante el pago de una renta periódica. Se encuentran regulados principalmente por la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994.
Esta legislación regula con detalle los derechos y obligaciones tanto del arrendador como del arrendatario. Algunos de los aspectos clave que abarca son la duración mínima del contrato, que actualmente es de 5 años si se trata de un arrendatario persona física; la actualización anual de la renta; los límites a la fianza que puede exigir el arrendador; las obras que cada parte debe asumir; o los motivos por los que el contrato puede extinguirse.
Índice
El contrato de arrendamiento urbano
Un arrendamiento urbano es el contrato por el que una persona arrienda un inmueble de carácter urbano a otra a cambio de un importe previamente establecido. En relación con los arrendamientos urbanos y rústicos pueden surgir ciertas complicaciones o dudas que pueden ser solucionadas por un abogado especializado en alquileres. Además, puede revisar o redactar los contratos de arrendamiento de viviendas y locales de negocio o intervenir en los procesos de desahucios.
Contratos de arrendamiento de vivienda
Los contratos de arrendamiento de vivienda recogen las condiciones en las que se produce el arrendamiento de la vivienda habitual por parte del propietario al inquilino. Los aspectos que deben estar incluidos en este tipo de contrato son:
- Fecha y lugar
- Identificación de las partes que intervienen
- Características del inmueble arrendado
- Duración del contrato y prórrogas del mismo
- Precio a pagar por el arrendamiento de la vivienda
- Obligado al pago de suministros y otros gastos
- Responsable de reparar y conservar la vivienda
- Otras cláusulas. Las normas de convivencia y otros aspectos importantes
El contrato de arrendamiento de vivienda es uno de los documentos más importantes en la vida diaria de una persona, ya que regula las condiciones de arrendamiento de su residencia habitual. La normativa es muy restrictiva en relación a los derechos del arrendatario, y es habitual encontrarse con cláusulas que con frecuencia son abusivas.
Por tanto, es importante revisar bien todo el contenido para tener claras las condiciones y contar con un abogado especialista en contratos de alquiler.
Contratos de arrendamiento de locales de negocio
El contrato de arrendamiento de local de negocio tiene como objeto documentar el acuerdo entre dos partes, por la que el propietario o arrendador cede el uso del inmueble a otra parte, el arrendatario, que quedará obligado al pago de una renta. Así, el arrendatario tendrá la posibilidad de utilizar el negocio para llevar a cabo una actividad económica. En este contrato se deben incluir los siguientes datos:
- Fecha y lugar
- Identificación de las partes que intervienen
- Características del inmueble arrendado
- Uso que se le va a dar al local
- Duración del contrato y prórrogas del mismo
- Precio a pagar por el arrendamiento del local
- Obligado al pago de suministros y otros gastos
- Responsable de reparaciones
- Otras cláusulas
El alquiler del local donde se realiza la actividad de una empresa es fundamental para el negocio, por lo que es muy importante que estén claras las condiciones en las que se hace. En este caso la libertad de pacto entre partes que permite la ley es más amplia que en el caso de los arrendamientos de vivienda, siendo una muy buena opción contar con abogados especializados en alquileres de locales de negocio (arrendamiento de uso distinto de vivienda) para negociar o revisar las cláusulas que se recogen en este tipo de contratos.
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Intervención de un abogado en problemas de arrendamiento
Cuando se habla de algo tan serio como los desahucios, es esencial que el abogado que intervenga en el proceso sea una persona especializada, con amplios conocimientos y experiencia, es decir, abogados para problemas de alquiler. Algunas de las tareas de los abogados en los desahucios son:
- Negociar durante todo el proceso para tratar de llegar a un acuerdo.
- Asesorar y orientar al cliente.
- Gestionar todo el proceso judicial.
El desahucio más habitual, aunque no el único, es aquel que tiene lugar por falta de pago de la renta. Pero, aun teniendo razón en nuestra reclamación, el proceso que exige la ley de arrendamientos urbanos debe seguirse, pudiendo ver desestimada nuestra demanda en caso de cometer el más mínimo error. También hay que tener en cuenta ciertas características del profesional a contratar, como su disponibilidad horaria y sus honorarios.
Contratar un abogado de alquileres es una buena opción, ya que pueden surgir dudas o problemas derivados de los contratos de arrendamiento. En los casos de arrendamiento de vivienda o local, es fundamental contar con contratos claros en los que se regulen bien todas las condiciones.
Cuando alguien se encuentra en un proceso de desahucio, un buen profesional puede hacer la diferencia en las negociaciones y durante el proceso judicial.