En un mundo perfecto, la separación o el divorcio de los padres no tendría que desembocar en una contienda legal por la custodia de los hijos. Sin embargo, en la realidad, muchas familias se ven abocadas a esta difícil situación. Este artículo tiene como objetivo proporcionarte una guía detallada sobre cómo prepararte para una batalla de custodia compartida, a fin de salvaguardar los intereses de tus hijos y, en la medida de lo posible, aliviar el estrés inherente a este proceso.

Índice
- ¿Qué es una batalla de custodia?
- La preparación en una batalla de custodia
- El bienestar de los hijos en una batalla de custodia
- Perspectiva objetiva en una batalla de custodia
¿Qué es una batalla de custodia?
La denominada «batalla de custodia» hace referencia a los conflictos legales que pueden surgir cuando los progenitores no logran consensuar quién debe asumir la custodia de los hijos tras una separación o divorcio.
Este término, cargado de connotaciones bélicas, alude a la intensidad y al carácter contencioso de este tipo de procesos. En este contexto, es normal que los padres se sientan desorientados y angustiados, especialmente cuando desconocen los factores que los tribunales toman en consideración para determinar la custodia.
Factores que influyen en la custodia
Al tomar una decisión sobre la custodia de los hijos, los jueces tienen en cuenta una variedad de factores. Algunos de estos son: el modelo familiar que se ha seguido hasta el momento de la separación, la implicación de cada progenitor en las tareas cotidianas y en la educación de los niños, las circunstancias personales, laborales y económicas de ambos progenitores, y por supuesto, los intereses de los niños.
Hay que tener en cuenta que cada familia es un universo en sí mismo y que la custodia compartida no siempre es la solución óptima. Hay casos en los que podría ser más beneficioso para el niño que uno de los padres asuma la custodia principal.
La preparación en una batalla de custodia
El primer paso para afrontar una batalla de custodia es comprender que la preparación es esencial. Si bien cada situación es única y los resultados de los casos de custodia pueden ser impredecibles, hay acciones que puedes emprender para aumentar tus posibilidades de un desenlace favorable.
Buen asesoramiento en una batalla de custodia
Una de las acciones más importantes es buscar un buen asesoramiento, tanto legal como emocional. Los abogados especializados en derecho de familia pueden proporcionarte información valiosa sobre tus derechos y obligaciones como progenitor, y te ayudarán a entender cómo se aplican las leyes de custodia en tu caso específico.
Asimismo, un psicólogo o un consejero especializado en separaciones y divorcios puede ser de gran ayuda para gestionar las emociones asociadas a este proceso y para desarrollar estrategias que te permitan mantener una relación saludable con tus hijos a pesar de la separación.

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El bienestar de los hijos en una batalla de custodia
En cualquier batalla de custodia, es esencial que el bienestar de los hijos sea siempre el objetivo principal. Por muy intensas que sean las emociones y por muy enconado que sea el conflicto, los intereses de los niños deben prevalecer por encima de todo.
Evitar daños colaterales en una batalla de custodia
Es crucial evitar decisiones impulsivas que puedan causar daño a los hijos. Por ejemplo, algunas personas, en un intento de asegurar la custodia exclusiva, deciden mudarse a otra ciudad. Esta acción puede resultar contraproducente, ya que puede privar a los niños de la posibilidad de mantener una relación regular con el otro progenitor. Además, puede causarles un estrés adicional debido al cambio de entorno y a la interrupción de sus rutinas.
Perspectiva objetiva en una batalla de custodia
En medio de una batalla de custodia, puede ser difícil mantener la objetividad, especialmente cuando las emociones están a flor de piel. Sin embargo, es importante recordar que, al final del día, el objetivo es proteger el bienestar de los hijos, y no ganar una batalla contra el otro progenitor.
Evitar caer en la descalificación
Desafortunadamente, en algunos casos, uno o ambos progenitores pueden caer en la tentación de desprestigiar al otro frente a los hijos. Esta estrategia, además de ser éticamente cuestionable, es perjudicial para los niños, quienes pueden sentirse divididos y confundidos.
Recordemos que los niños necesitan y tienen derecho a mantener una relación positiva con ambos progenitores, independientemente de las circunstancias de la separación.