Un despido se considera improcedente cuando no está justificado por ninguna de las causas válidas que contempla la legislación laboral. Algunos motivos que lo convierten en improcedente son despedir a alguien por estar embarazada o de baja médica, por su orientación sexual, por sufrir una discapacidad o enfermedad grave, o sin respetar el periodo de preaviso estipulado, entre otros.
Si te encuentras frente a un despido improcedente, tienes derecho a recibir una indemnización. Ésta se calcula en base a tu antigüedad en la empresa y tu salario diario. Como regla general, son 20 días de tu sueldo por año trabajado, pudiendo pactarse más según convenio.
Índice
- ¿Qué es un Despido Improcedente?
- Consecuencias del Despido Improcedente
- ¿Cómo calcular la indemnización de un despido improcedente?
- ¿Cómo actuar frente a un despido improcedente?
¿Qué es un Despido Improcedente?
Un despido improcedente se produce cuando la decisión unilateral del empresario de terminar el contrato laboral no se basa en razones justificadas. En otras palabras, es un despido injusto, sin una causa válida o demostrada por el empresario.
Razones para declarar un despido improcedente
El despido puede ser declarado improcedente por diversas razones, entre las que se encuentran:
- La decisión de despido no se ajusta a la normativa aplicable.
- La empresa no puede acreditar de manera suficiente la causa alegada para el despido.
- La empresa incurre en falsedades o mentiras para justificar el despido.
- La empresa no respeta los requisitos formales para llevar a cabo el despido.
Tipos de despido: procedente, nulo e improcedente
Ante un despido el Tribunal puede declararlo de tres maneras, tipos de despido: procedente, nulo e improcedente. Un despido es procedente cuando la empresa puede justificar la finalización del contrato, un despido es nulo cuando viola los derechos fundamentales del trabajador, y un despido es improcedente cuando la empresa no puede justificar la decisión de terminar el contrato o no respeta los formalismos establecidos.
¿Cuándo se considera improcedente un despido?
Determinar si un despido es improcedente puede ser complejo, ya que depende de varios factores. Aquí se presentan dos de los casos más comunes:
- Si el empresario no puede acreditar la causa alegada para el despido improcedente, este puede ser declarado improcedente. Esto se conoce como «falta de prueba». Por ejemplo, si la empresa argumenta que el trabajador ha llegado tarde todos los días y no puede demostrarlo, el despido podría ser declarado improcedente.
- El despido también puede ser improcedente si la empresa no sigue el procedimiento formal correcto para llevar a cabo el despido. Esto incluye entregar al trabajador una carta de despido en la que se expliquen de forma clara y detallada las causas del despido.
Consecuencias del despido improcedente
Cuando un despido se declara improcedente, esto tiene varias consecuencias tanto para el trabajador como para el empresario. Las dos más importantes son la indemnización y la readmisión.
Indemnización por despido improcedente
Si un despido es declarado improcedente, el trabajador tiene derecho a una indemnización. En España, la cantidad de una indemnización por despido es de 33 días de salario por cada año trabajado, con un límite máximo de 24 mensualidades.
Sin embargo, para los contratos firmados antes del 12 de febrero de 2012, la indemnización es de 45 días de salario por cada año trabajado, con un límite máximo de 42 mensualidades hasta esa misma fecha, y de 33 días de salario por cada año trabajo con un límite máximo de 24 mensualidades a partir de esa fecha y hasta la fecha del despido..
Readmisión tras un despido improcedente
En algunos casos, la empresa puede optar por readmitir al trabajador en lugar de abonar la indemnización, abonando los salarios y cotizaciones dejados de percibir desde el despido hasta la readmisión.
¿Cómo calcular la indemnización de un despido improcedente?
El cálculo de la indemnización por despido improcedente puede ser complicado, ya que depende de varios factores. Aquí te proporcionamos un ejemplo de cómo se podría calcular la indemnización.
Ejemplo de cálculo de indemnización
Supongamos que un trabajador ha estado en la empresa durante 10 años, con un salario bruto anual de 30.000 euros. Para calcular la indemnización, primero hay que determinar el salario diario. En este caso, si dividimos el salario anual entre 365 días, obtenemos un salario diario de aproximadamente 82 euros.
Luego, hay que multiplicar el salario diario por el número de días de indemnización por año trabajado. Como el contrato fue firmado después del 12 de febrero de 2012, la indemnización es de 33 días por año trabajado. Por lo tanto, multiplicamos 82 euros por 33, lo que nos da una indemnización de 2.706 euros por año trabajado.
Hay que multiplicar la indemnización por año trabajado por el número total de años trabajados. En este caso, multiplicamos 2.706 euros por 10 años, lo que nos da una indemnización total de 27.060 euros.
Es importante tener en cuenta que este es solo un ejemplo y que el cálculo de la indemnización puede variar dependiendo de las circunstancias específicas de cada caso.
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¿Cómo actuar frente a un Despido Improcedente?
Si crees que has sido víctima de un despido improcedente, hay varios pasos que puedes seguir para defender tus derechos. El primer paso es presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC). Este es un procedimiento previo y obligatorio antes de acudir a la vía judicial.
Juicio por despido improcedente
Si no se llega a un acuerdo en el acto de conciliación, el siguiente paso es presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social. En este juicio, el juez decidirá si el despido es procedente o improcedente. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta los plazos para interponer la demanda (previa interposición de la papeleta de conciliación).
El plazo para demandar es muy breve; en el caso de despidos, tan solo 20 días laborales como máximo desde la fecha del despido hasta la interposición de la demanda, teniendo en cuenta que antes hay que interponer la papeleta de conciliación. La interposición de dicha papeleta de conciliación, interrumpe el plazo para interponer la demanda durante 15 días.
¿Puedo recibir paro tras un despido improcedente?
Efectivamente, después de sufrir un despido improcedente tienes derecho a acceder al paro y cobrar la prestación por desempleo, siempre que cumplas los requisitos correspondientes.
Para solicitar esta prestación deberás, en primer lugar, inscribirte como demandante en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo. Allí deberás aportar la documentación necesaria, como la carta de despido o el finiquito.
Una vez registrado, el SEPE verificará que cumples con los requisitos legales para cobrar el paro. Los más importantes son haber perdido tu trabajo de forma involuntaria, haber cotizado previamente por desempleo un mínimo de 360 días y estar capacitado e inscrito para buscar activamente empleo.
Si tu solicitud es aprobada, comenzarás a recibir un subsidio mensual cuyo importe y duración dependerá de tus cotizaciones previas y otras circunstancias personales. Tanto si has llegado o no a un acuerdo con tu empresa, tienes pleno derecho al paro tras un despido improcedente.
Eso sí, si más adelante recibieses una indemnización judicial por el despido, es posible que tengas que devolver la parte proporcional del paro ya cobrada. Pero eso no impide su solicitud inicial tras el despido.